En Julio del año pasado publiqué la primer reseña sobre esta cerveza. En esa reseña mencionaba que iba a dejar reposar una botella durante algunos meses para ver de qué manera evolucionaba. Es una cerveza compleja por lo que amerita un tiempo de guarda, tampoco un tiempo exagerado, pero con algunos meses nos aseguramos de que los sabores se integren mejor, seguramente se favorecerán los perfiles del roble y quizás no tanto los del dry-hopping.
Esta variedad no se encasilla en ningún estilo en particular. Sus tres características principales son el especiado con yerba mate, el dry-hopping con cascade y la maduración en roble tostado francés.
Color cobrizo-marrón la cabeza de espuma es beige bastante compacta, de buena formación y retencion. La cerveza conserva el aroma a lúpulo junto con un perfil a brettanomyces. En aroma también se evidencia un perfil tostado, algo herbal pero que se me confunde con el lúpulo. En boca el cuerpo es bastante sostenido pero inclinándose a ligero, la gasificación es media. Graduación alcohólica de 6,5%.
En sabor conserva esa curiosa acidez que produce una fuerte sensación a ambos costados de la mandíbula en cada trago, también curiosamente en un principio produce rechazo, pero después invita al próximo trago. En sabor vuelve la madera tostada y un matiz a chocolate, el amargor presente pero moderado. El sabor termina algo astringente rodeado del perfil acido seguramente derivado de la flora propia del roble.
Esta vez la cerveza me gusto un poco más que hace nueve meses atrás, aunque no haya tenido cambios significativos en este tiempo igual se siente mas integrada. Seguramente no es una cerveza para cualquiera ya que puede producir cierto rechazo al que no esta acostumbrado, pero igualmente se agradece la diversidad y vale la intención.
Saludos!!
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