El estilo Baltic Porter es una interpretación del estilo Porter tradicional inglés pero que vio sus orígenes en los países escandinavos (Finlandia, Dinamarca, Noruega, Polonia, Suecia, Rusia) pero que al día de hoy se reproduce tanto en países centroeuropeos como Alemania o Italia, como también en otras partes del mundo como Estados Unidos por ejemplo. El estilo debe su nombre al mar báltico, que toca las costas de los países antes mencionados, y tiene mucha influencia tanto de ejemplos como Imperial Rusian Stout como también de bebidas alcohólicas y destilados populares en la zona ya que ayudan a combatir un poco los enormes y crudos climas fríos.
Más allá de que en un momento nos pueda parecer que el estilo se trata simplemente de una Porter pero con más alcohol, en realidad tiene una diferencia fundamental y se trata de la levadura. En este caso la diferencia fundamental con su hermana inglesa es que la Baltic Porter fermenta con Levadura Lager.
En cuanto a los ingredientes, y siguiendo la línea inglesa, tiene como grano base alguna variedad mas tostada que el grano Pilsen, por ejemplo Múnich, Vienna o Pale Ale. El color y la complejidad derivan de granos como por ejemplo Caramunich, Crystal, Chocolate y tostado. (Antiguamente eran usados granos menos tostados como la malta ámbar y la Brown). En promedio podemos decir que la densidad inicial es de DI 1075, aunque hay versiones que llegan tranquilamente arriba de los 1090. La densidad final la podemos promediar en 1020 (nótese la no exagerada atenuación) y el alcohol en 7,5%. El promedio de los IBUs son 30.
Para los homebrewers que quieran elaborar una Baltic Porter es de vital importancia que inoculen una generosa cantidad de de levadura (indispensable si es una cepa Lager) y también deben tener en cuenta una mayor cantidad (o un buen starter) si es que van a utilizar una cepa de alta fermentación pero a bajas temperaturas.
La cerveza que voy a comentar a continuación la conseguí en mi reciente visita por Viña del Mar, Chile, más precisamente en el bar “El Irlandés” ubicado en la zona portuaria de Valparaíso.
Tiene un color marrón casi negro, opaco, con una cabeza de color canela de muy buena formación y retención. El aroma es tremendamente potente, hay regaliz y chocolate amargo como para tirar al techo!! También hay notas de oporto y un soplo de tabaco que se entremezcla con trazas ahumadas. En boca es densa, casi masticable, sedosa y oleosa. El sabor sorprende con un importante nivel de amargor reforzado por los perfiles tostados donde todo deriva en chocolate amargo con matices levemente ácidos de café y granos oscuros, y te deja una impresión muy "ruda" en la boca. En el final es donde vuelven las notas de oporto con tostados y terminan los lúpulos como protagonistas.
Una cerveza con un sabor realmente potente y salvaje!! De esos que asustan en un primer sorbo.
Bien por esta cervecería dinamarquesa.
Saludos!!