
Esta es la cerveza emblema de la marca, la “Noche Buena”, y en Bélgica, hasta el día de hoy, se pueden encontrar ejemplares para degustar que han sido elaborados en la década del 80. Fue una de las cervezas que me compré el último día que estuve en Bélgica, me interesaba probarla porque es una de las cervezas belgas que arranca con mayor densidad inicial.
Color dorado ambarino, se vuelve muy turbia si la servimos completa con el sedimento. La espuma es compacta, blanca y cremosa, de buena retención. Aroma muy complejo, hay damasco y naranja, uvas, especias como bayas de enebro y jengibre, detrás la típica levadura belga. En boca es muy densa y robusta, la carbonatación es media a media-alta. Sabor con varios matices, candy en primer plano, muy frutal, el amargor más bien derivado del alto porcentaje alcohólico de 12%, también refuerza los tonos especiados picantes. Hay un recuerdo a vino blanco y damasco. El final es bastante especiado con trazas amargas y secas. Tremenda cerveza, ideal para el invierno y excelente acompañada de quesos.
Saludos!!
que bueno poder probar un cerveza tan compleja!
ResponderEliminarsaludos eduardo!